jueves, 20 de diciembre de 2012

BON NADAL I FELIÇ 2013

CANÇÓ DE L’ESTRELLA


Jo us mostro el camí. Seguiu-me, Reis nobles;
sóc per reis i pobles l’estel del matí.
Amb roba daurada jo enfilo en l’atzur
el camí més pur que hi ha a l’estelada.
Ròssec de claror vaig deixant per rastre
tinc corona d’astre i aroma de flor.
Tres Reis tinc darrere i un àngel davant
i a prop de l’Infant un cel que m’espera.
Gemadet i ros vostre Fill, Maria,
a qui semblaria?
A qui, sinó a Vós?
                            Jacint Verdaguer

Amb aquesta cançó Bocoaching et desitja un preciós Nadal i t’anima a que el proper any assoleixis els teus bons propòsits.

Bon Nadal i Feliç 2013

martes, 30 de octubre de 2012

COACHING TAROT


Hoy las cartas las escoges tú



Tengo el placer de anunciarte que he desarrollado una nueva manera de hacer coaching utilizando las cartas del Tarot

Este método permite realizar una sesión muy creativa y sorprendente. Te ofrece la oportunidad de escoger el camino que deseas transitar para llegar a tu objetivo.


Las cartas y yo misma te ayudamos a que sea más fácil y posible.


La presentación de esta nueva herramienta tendrá lugar en el marco de la Feria Internacional Magic'12, donde junto con mi compañera Esmeralda Rodriguez, Quiróloga, compartiremos un espacio dedicado al desarrollo de las personas y de su potencial.


Te espero los días 30 de noviembre, 1 y 2 de diciembre en el Stand 101 del Palacio de congresos nº 5 de Fira Barcelona. 



Consigue tu entrada gratis  !

Solicítala a través de comentarios o enviándome un correo.

viernes, 28 de septiembre de 2012

La toma de Conciencia


Y cuando te das cuenta de algo, 
¿qué haces con ello?

Me he dado cuenta de que cuando no ingiero pan en las comidas, tengo una mejor digestión. Me he dado cuenta por casualidad. Aún así he hecho la prueba durante tres semanas de no acompañar mis comidas con pan. Y efectivamente, mis digestiones han sido fabulosas. Además, he rebajado la ingesta de gluten en mi dieta y también ha resultado ser un éxito para mi salud diaria.

Cuando uno se da cuenta de algo mediante una experiencia diferente, adquiere una nueva información, no sólo a nivel intelectual sino, como en este caso, a nivel celular. Se ha obtenido un resultado diferente mediante el cambio de una costumbre.

A partir de esta toma de conciencia vivida través de una experiencia, mi libre albedrío decidirá si acepta esta nueva información como un punto de partida para modificar de forma permanente un hábito establecido.

Puede ser que al principio me cueste un poco renunciar al placer de mojar el pan en esa deliciosa salsa, pero ahí entra en juego la tercera parte del programa que yo llamo Experiencia Vivida + Toma de Conciencia + Ejercicio. El ejercicio consiste en practicar, practicar y practicar. Es un factor decisivo en la progresión de un asunto importante. Es trabajar en la implementación de la nueva información adquirida mediante el ejercicio voluntario.

La toma de conciencia que está fundamentada en una experiencia, sea cual sea su magnitud, es promesa de unos resultados duraderos. Dicha experiencia puede originarse en una simple conversación, en la modificación casual o voluntaria de una práctica, en un accidente fortuito, en una meditación, en una lectura, … y por supuesto, en una sesión de coaching.

Las experiencias que son realmente importantes para la toma de conciencia y para la consolidación de esa información tomada, son aquellas en que el hombre vive momentos donde pasa del estado de hábito, inconsciencia, somnolencia, o maquinal al estado de nuevo, madurez, despertar, oportunidad, respecto de algo, respecto de una situación en concreto.

Estas experiencias son de una naturaleza distinta y modifican la manera de ver la situación o el asunto en cuestión. De pronto, aquello toma un color totalmente diferente. El hombre vive así la experiencia de fuerzas nuevas que atañen, tanto a su saber como a su propio comportamiento y a todo su campo de actividad.

Hoy he tomado consciencia de que la dificultad que tengo para alcanzar ese objetivo tan deseado no es otra cosa que la fuerza interceptora de mí miedo. Esta consciencia ha sido experimentada mediante una esclarecedora conversación con una persona. ¿Qué puedo hacer ahora con esta nueva conciencia? Lejos de dejarla morir en el olvido, voy a experimentar en diferentes direcciones hasta encontrar la que encaja mejor en pro de una conciliación entre mi objetivo y yo misma. 

Si te das cuenta de algo, si eres inspirado por un haz de claridad, si divisas una señal rompedora, si intuyes un atisbo de luz, RESPIRA y PREPARATE para la ACCION. CORRE tras ella y alcanza la evidencia de esa nueva información hasta que ésta forme parte de una nueva realidad en sintonía con un sentimiento de satisfacción. 

martes, 24 de julio de 2012

ACEPTAR VS RESIGNARSE



Según la Real Academia Española,

Aceptar es definido de la siguiente manera:

(Del lat. acceptāre 'recibir').

Recibir voluntariamente o sin oposición lo que se da, ofrece o encarga. Aprobar, dar por bueno, acceder a algo. Recibir o dar entrada...

Resignación es definido así:

(Del lat. resignāre, entregar, devolver).

Entrega voluntaria que alguien hace de sí poniéndose en las manos y voluntad de otra persona. Conformidad, tolerancia y paciencia en las adversidades...


Del latin: ¿Recibir VS Devolver, Entregar?

Luego están las definiciones que cada cual quiere darle a ambos conceptos. En esta ocasión voy a hacer mi propia definición encarando la acción de aceptar contra la acción de resignarse.

En la acción de aceptar hay un movimiento de la voluntad que se dirige hacía lo que se acepta de una manera abierta, recibiendo, tomando, asumiendo, asimilando, haciendo suyo algo que hasta entonces no le pertenecía, le quedaba extraño, lejos e inconcebible.

La acción de aceptar te mueve hacia algo nuevo. Cuando integras aquello que aceptas pasa a formar parte de ti y tú empiezas a reconocerlo en ti, por lo que esa proximidad disipa cualquier temor, miedo o dolor que precediera tal movimiento.

Aceptar es dar por bueno. Cuando damos por bueno, reconocemos que es un beneficio para nosotros y para aquello que es aceptado, ya sea una circunstancia, una enfermedad, una persona, un aspecto de la personalidad de otros o de nosotros mismos, …

Cuando aceptamos, lo hacemos amablemente y damos espacio para que esto sea y ocupe su lugar en nuestra conciencia.

La aceptación es un premio. Cada vez que aceptamos subimos un peldaño en la escala de comprensión y crecemos como personas conscientes.

VS

La acción de resignarse nos recuerda la imagen de una derrota. Me imagino a un general rindiéndose ante el enemigo, humillado, avergonzado, entregando las armas, y en su mente, empezando a maquinar la estratégica para su venganza, para la reconquista de lo perdido.

Lejos de especular peyorativamente sobre la Resignación quiero darle a está un lugar honorífico en mi consciencia.

Hay momentos, situaciones en la vida en las que seguir luchando se vuelve insostenible, ya sea por falta de recursos, por desgaste emocional o físico, por fragilidad, por falta de tiempo, … Aun así nuestra mirada sigue enfocada en nuestro objetivo, en nuestro ideal, en ese destino que deseamos con tanta fuerza,… Sin embargo no podemos seguir luchando por ello. Sentimos que seguir en ese proceso nos debilita y entonces, miramos nuestro objetivo con tristeza, lo miramos y volvemos a mirar con la cabeza gacha, sintiendo en nuestro interior pizcas de vergüenza, impotencia y rabia. No podemos cambiar la situación, no está en nuestras manos. Lo que nos separa de nuestro anhelo es más fuerte que nosotros. Y ante la supuesta majestuosidad del adversario nos rendimos ante ella y le entregamos la fuerza, el lugar que demanda, y el poder de someternos junto con nuestra ilusión, nuestra plenitud, nuestra felicidad. Sentimientos que se han ido con aquello que hemos devuelto.

Por poner algún ejemplo:

Cada día me resigno a tomar café con mi vecina y escuchar sus interminables quejas renunciando a mi deseo de estar en paz leyendo un libro en casa.

He tenido que aceptar un puesto de administrativo cuando estaba buscando algo de mi categoría.

Resignarse, a mi manera de entender, es una entrega, a pesar nuestro, de nuestros deseos y de nuestra autenticidad a la suerte de las circunstancias.

¿Cuál es el beneficio de la resignación? Descansar, recuperar fuerzas, elaborar nuevas estrategias, beneficiar a otro.

¿Cuáles son sus peligros? Acomodarse en la incomodidad, perderse a sí mismo,  perder la fuerza, …   
  
Aceptar conlleva la responsabilidad de crecer con aquello que se acepta.

Resignarse conlleva la responsabilidad de asumir las consecuencias de esa resignación.

En ambos casos hay un movimiento respetable y honorable.


martes, 5 de junio de 2012

¿Qué vas a hacer hoy?



¿QUE HAS HECHO HOY QUE NO HICISTE AYER?

Seamos prácticos: podemos leer y leer acerca de qué deberíamos hacer para incrementar nuestra felicidad, nuestra riqueza financiera, cómo deberíamos comportarnos frente a ciertas situaciones, cómo darle la vuelta a nuestra vida, cómo aspirar a ser mejor, cómo entrar en sintonía con el éxito,... en toda lectura que se precie, los mensajes son claros. y, sin duda, uno de ellos es "SE PROACTIVO". Para entenderlo de alguna manera. ¿Ser Proactivo significa ser Responsable, Artífice de su propio destino, Anticiparse, Innovar, Transformar el signo negativo en positivo, lo nocivo a beneficioso, la crisis a oportunidad? ¿Ser Proactivo implica ser la causa y no efecto? También podríamos preguntarnos si implica descargar la culpa de los demás o de las circunstancias y cargar con la propia responsabilidad de "No he sabido hacerlo mejor", "No me informé adecuadamente acerca de", "Invertí demasiadas expectativas en", "Me dejé llevar por el comportamiento general , el cual CREIA como el comportamiento correcto" o "Creí que Dios proveería" Ser Proactivo, ciertamente, es una actitud que hemos olvidado desde que sobrevivir se ha simplificado tanto como ir al supermercado. 


Después de tomar asiento como requisito indispensable en las empresas, el concepto de la Proactividad se ha colado, técnicamente, en los textos de crecimiento personal. 

Cuando solicitas los servicios de un Coach, un terapeuta o cualquier otro profesional específico, eres proactivo en el sentido de que, una vez detectado que algo no va según tu deseo, (deseo en este contexto: propósito proactivo), en lugar de dejar que el curso siga hacia el desastre, la inacción hacia el letargo o la muerte, como ser Adulto y Responsable, te haces cargo del asunto y buscas la manera de reencauzarlo. Y así te transformas de víctima a ejecutor de éxito (éxito en este contexto: un paso más). Como dice el refrán: "Barca parada no gana nada"

Ahora si te detienes unos segundos y escaneas tu momento actual. (Si cierras los ojos y respiras profundamente, será más fácil). en este proceso irás detectando los asuntos que no fluyen como a ti te gustaría, los asuntos que siguen encallados y de los cuales hace tiempo que no te ocupas, en qué situaciones pierdes esa fuerza que, sin embargo, en otras te da tanto poder.
Es importante que tengas presentes todas esas situaciones. Si las listas en un papel, mucho mejor. Escoge la que más te apremie resolver y medita sobre qué puedes hacer hoy que no hayas hecho hasta ahora para ocuparte de ello. ¿Cuál sería un primer paso? ¿Cuál es el menor de los esfuerzos que puedes hacer, al margen de no hacer nada, para sentir que has movido algo? Por diminuto que éste sea, por insignificante que te pueda parecer, siempre será el mejor de los pasos, puesto que a su ejecución, se te mostrará el próximo paso a seguir, aún siendo éste siguiente más diminuto o sólo un poquito más amplio.

¿QUÉ VAS A HACER MAÑANA QUE NO HAS HECHO HOY?

jueves, 26 de abril de 2012

LA VISIÓN SISTÉMICA


Es fácil constatar que todos y cada uno de nosotros formamos parte de diferentes sistemas. Por ejemplo, sistema familiar, profesional, social, comunidad de vecinos, ciudad, país, … Si nos detenemos a repasar todos los sistemas en los que nos involucramos, observamos que estamos conectados a una red infinita de sistemas.

Con esta obviedad podemos darnos cuenta de que no somos un elemento aislado, aún cuando así lo percibamos en nuestro día a día.  Desde nuestra individualidad, nuestras acciones y no acciones, inciden en el funcionamiento de los sistemas a los que pertenecemos. 

Por ejemplo, uno mismo, como individuo, contiene múltiples sistemas (Sist. Respiratorio, Sist. Digestivo, Sist. Nervioso,…) actuando con un objetivo en común: asistir nuestro “cuerpo-vehículo”,  nuestro “sistema individual”.

Sabemos que cada sistema interno realiza una función específica: digerir alimentos, asimilar nutrientes, eliminar toxinas, ... Nuestro cuerpo contiene sus grupos de trabajo ocupando el lugar más adecuado y soportando el nivel de tensión que le corresponde a su actividad. Desde los sistemas más elementales como podrían ser los conjuntos de biomoléculas hasta los sistemas más conocidos, como podría ser el Sist. Nervioso, todos ellos, en equilibrio y en perfecto orden, se relacionan entre sí para cumplir el objetivo principal en el sistema del ser humano: hacer que la vida sea posible en nuestro cuerpo.

Así pues, un sistema es un conjunto de elementos relacionados entre sí para un objetivo común.

Un equipo de futbol es un sistema de diferentes elementos, jugadores, entrenadores, asistentes, … relacionados entre sí para participar en competiciones futbolísticas. Cada uno de estos elementos tiene su propia función e interactúan de forma equilibrada y ordenada, soportando cada uno de ellos su propia responsabilidad en el puesto que ocupan para cumplir con el objetivo común del equipo.

¿En qué nos es útil la Visión Sistémica?

La Visón Sistémica está teniendo especial relevancia en el marco de las organizaciones. Más adelante, hablaremos de cómo la Sistémica consigue reducir el sobre-esfuerzo y el sobre-estrés que sufren las empresas y los grupos de trabajo para conseguir sus objetivos. 

Ahora quiero dirigir vuestra atención hacia cómo la Visión Sistémica consigue liderar la resolución de conflictos personales.

Sea cual sea el escenario en el que se esté expresando un “conflicto personal”, este conflicto repercute en el conjunto de los elementos que forman parte de ese mismo escenario.

Frente a un cambio de rumbo en nuestra vida, trascendente o intrascendente, frente a una toma de decisiones, frente a un deseo de mejorar una situación en concreto, una reconciliación con un familiar, con un amigo, frente a una situación embarazosa que arde por ser resuelta, ante una encrucijada, nos enfrentamos a un movimiento que, de alguna manera, en un grado u otro, incide en el resto de los elementos que forman parte del sistema que contiene ese conflicto.

La Visión Sistémica nos ofrece la posibilidad de alejarnos de la visión individual de las cuestiones que deseamos abordar para ampliarla de forma que podamos ser conscientes del entramado de elementos que actúan o no actúan en esa cuestión.

Este movimiento nos permite recibir una información relevante, tanto de las personas y elementos que forman parte activa o pasiva de nuestro sistema como de nosotros mismos, frente a este mismo sistema. Nos permite ser más conscientes del orden que impera o del caos que sufre. Desde esta información somos más capaces de elaborar mejores estrategias para resolver aquello que queremos enfrentar.

Por ejemplo, tomamos el caso de una persona que desea mudarse a un nuevo hogar. En primer lugar, debemos reconocer qué sistemas están afectados con este movimiento: ej. Sist. familiar; nuestro propio sistema personal; salud; bienestar…

La Visión Sistémica tendrá en cuenta cómo se colocan los diferentes elementos frente a esta decisión, qué carga de tensión soportan, si ésta aumenta, disminuye o si fluye equilibradamente. Veremos si el lugar que ocupan en las “nuevas opciones de hogar” es el que les corresponde, si les permite seguir realizando su actividad propia en el sistema, si la relación e intercambio entre los demás elementos es posible y equilibrado y finalmente, si el objetivo común del sistema es reforzado o debilitado. 

De esta forma, el impacto de nuestras decisiones y acciones es ordenado y ecológico para uno mismo, para cada uno de los integrantes del sistema y para el sistema en particular.








jueves, 2 de febrero de 2012

Convivir con la enfermedad



Aprender a convivir con la enfermedad es una tarea difícil y complicada. Sobre todo, cuando ésta limita y bloquea el desarrollo de lo que ha sido anteriormente una vida normal y completa. Se necesita un saber estar, saber llevar, saber atender los efectos de la misma y, fundamentalmente, se requiere una óptima disposición de ánimo que permita minimizar los fantasmas de la infravaloración y de la incapacitación.  

Podemos comprender el comportamiento de la enfermedad en nosotros mismos y su incidencia en la funcionalidad de nuestro organismo, comprender cómo repercute en nuestro ánimo, cómo la sufrimos o controlamos, cómo nos vemos a nosotros mismos en esta situación, así como detectar los prejuicios que tenemos acerca de la enfermedad, cómo respondemos ante ella y también, reparar en cómo alteramos nuestra relación con los demás. Encontrar una respuesta a todo ello forma parte de un proceso que puede aportar una gran cantidad de información útil para encarar de forma diferente esta convivencia.

Un primer paso, y a veces, complicado paso, es ACEPTAR esta nueva situación. Aceptar no implica ser sumiso y pasivo. Aceptar implica construir a partir de esta nueva realidad y poner a prueba una capacidad remotamente ancestral: la capacidad de supervivencia y adaptación al medio.

Hoy en día, y teniendo en cuenta el tipo de enfermedad que se sufre, ya sea originada por disfunciones orgánicas, traumatismos, enfermedades infecciosas,… tanto el avance de la medicina moderna como de la medicina alternativa, nos permite acceder a una calidad de vida semejante a la de una persona sana. Por eso, una tarea importante sería explorar las mejores opciones que nos permitan ocuparnos de su sanación.

Está comprobado que, en mayor o menor medida, convivir con la enfermedad incide en el ámbito afectivo y emocional, por lo que será necesario:
  • Reconocer cómo nos sentimos ante esta situación.
  • Reconocer si aquello que sentimos nos permite o nos bloquea la expresión de nuestros sentimientos.
  • ¿Hay algo que no esté expresando a los míos?
  • Así también reconocer cuándo nos sentimos fuertes y animados.

Cuando la enfermedad conlleva dolor, es un alivio saber que en la actualidad existen múltiples recursos con la finalidad de aplacarlo.

Tratamientos alopáticos quirúrgicos, Homeopatía, masajes alternativos, acupuntura, Reiki, medicamentos analgésicos, terapia metamórfica, infiltraciones, ejercicio físico terapéutico, meditación, terapia neural, hipnosis, hidroterapia, constelaciones familiares, Ho’oponopono, estimulación nerviosa eléctrica subcutánea, nutrición, y tantísimos otros recursos disponibles.  ¿Cuál es tu recurso? ¿Te atreves a probar hasta encontrar el tuyo?

Convivir con la enfermedad conlleva, a veces, una pérdida de confianza y de autoestima. En esta convivencia se suele ceder el mando a pensamientos que nos alejan de la realidad que nos pertenece y nos abocan a una realidad disminuida de uno mismo ampliando la sensación de incapacidad y minusvalía personal. Recobrar el poder es una tarea inexcusable. Visualizarte con todas tus cualidades personales y con el apoyo de los tuyos es una opción que puedes tomar. Para ello, también, existen infinidad de técnicas que permiten recuperar la autoestima y restablecer la mejor de las aptitudes.

Conocer la enfermedad con la que se convive es un factor determinante para encarar posibles soluciones. Alejarse de cualquier suposición, prejuicio, informaciones a medias, rumores. Es crucial tanto para el paciente como para el entorno que le acompaña, conocer a fondo el mal que le sucede. La primera fuente de información es su cuadro facultativo médico. Pero además, podemos leer, podemos investigar, y podemos acercarnos a la experiencia que han vivido otras personas en la misma situación.

¿Cuál es mi actitud ante la enfermedad?

¿Cómo me manifiesto? ¿Estoy pasivo, resentido, frustrado, agresivo, actúo compulsivamente?

¿Acepto y espero a que vengan tiempos mejores mientras confío en que los fármacos harán su trabajo?

¿Acepto y trato de optimizar mi bienestar, mis hábitos, mis relaciones y mi vida con lo que hay?

Y por último, ¿cómo ha cambiado mi relación con mi pareja, mis hijos, mis compañeros, mis amigos, …?

Sea cual sea el proceso que estás viviendo, el Coach de la Salud te acompaña en el descubrimiento de los pasos que te permiten mejorar tu calidad de vida. 

miércoles, 11 de enero de 2012

EscucharNOS


Cuando empleamos la capacidad de escucha, se amplía la capacidad de percepción. Es como un dar y recibir. Yo te doy atención, tú me das información.
Esto sucede tanto de nosotros hacia los otros como de nosotros hacía nosotros mismos.

¿En cuántas ocasiones te has sorprendido a ti mismo pensando “a Fulanito le pasa algo”, o “hace mala cara”, o “cualquier día nos da un susto”, o “si sigue así, le dará un infarto”…?

Si eres capaz de percibir anomalías en cuerpos ajenos, aún sin sentir su dolor físico, ¿cuánto más capaz serás de percibir tus propios desarreglos?

Existen varios factores por los cuales no reconocemos el momento en que algo empieza a ir mal en nuestro organismo. Uno de ellos es la falta de atención. Otro sería advertir los síntomas pero hacer oídos sordos a esas señales de alarma.
En ambos casos, estamos aceptando un pulso a nuestra salud.

Sería maravilloso que cada uno de nosotros prestara tal atención al cuerpo que pudiéramos captar las señales que éste nos envía antes de que se produzca la enfermedad. Eso sí, una atención sana y desestresada. 

Aún así, entiendo que la mayoría de la gente sí percibe esas señales: cansancio, desánimo, presión alterada, congestión de estómago y tantos otros síntomas. Pero no es suficiente para que nos detengamos a escuchar un poco más. Hay que seguir ocupado en los quehaceres diarios, el trabajo, la familia, la economía, … Así que la mayor parte de las veces obviamos este capítulo y seguimos adelante hasta que nuestro cuerpo nos frena de golpe obligándonos a detenernos y ocuparnos de nuestra salud.

A menudo nos sometemos a períodos prolongados de estrés, ya sea por asumir un gran volumen de trabajo y tareas, porque no conseguimos cerrar una cuestión emocional o porque abarcamos más de lo que podemos asimilar en el momento presente. Y así, tendemos a normalizar lo que no es normal.

Y esta forma de priorizar que se origina en la responsabilidad de mantener el "orden" al cual nos “debemos”, pasa a ser nuestro verdugo. 

En un proceso de coaching aprendes a conocer los límites que configuran tu momento actual, aprendes a ensancharlos de una forma saludable y a mantener tus capacidades siempre a punto. 

Escucha, reconoce y responde.

lunes, 2 de enero de 2012

Per què no duren els bons propòsits?

Esta mañana he encontrado este maravilloso articulo de Trinitat Gilbert en el periódico Ara en la edición de hoy.


Os recomiendo su lectura:

CANVIS D'ETAPA

Començar l'any incita a crear-se nous desitjos, però costa mantenir la voluntat de fer-los realitat



Passa cada any. Comença un nou cicle i les persones també volen iniciar un nou cicle personal. N'hi ha que elaboren llistes amb desitjos com anar al gimnàs, aprendre anglès, ser amables o no fumar. Però, ¿per què, en molts casos, al cap d'uns mesos els bons propòsits s'obliden? Per què, en canvi, n'hi ha que sí que els compleixen?
La resposta és la força de la voluntat i la recompensa que s'aconsegueix per assolir aquell nou propòsit. Els humans són els únics animals que tenen voluntat, i la voluntat és una conseqüència de l'activitat cerebral culminada en la zona del còrtex. De fet, "el còrtex cerebral humà, d'on surt la força de voluntat i també la consciència, és molt diferent del dels animals, perquè està molt més evolucionat", explica Juan Lerma, director de l'Institut de Neurociència d'Alacant i president de la Societat Espanyola de Neurociència. Es pot dir que el còrtex cerebral és el que elabora amb finesa el comportament humà. ...


Articulo completo en:


www.ara.cat