El pasado día 30 de diciembre, antes que terminara este maravilloso año 2012 que tanto nos ha removido a todos, aproveché un momento de calma para pensar en mis propósitos para el 2013.
Como ya sabéis el pasado 21/12/12 el solsticio de invierno marcó el inicio de la estación más fría del año. Se trata de un tiempo para almacenar los frutos recogidos en los últimos doce meses, hacer balance, permitirse ese espacio de reposo y asimilación. Es una breve mirada hacia atrás para retornarla hacia adelante. ¿Qué objetivos tenia al inicio del pasado ciclo? ¿Cómo lo he trabajado? ¿Qué dificultades han surgido? ¿Qué he conseguido? ¿Está bien para mí?
Así también es un tiempo para la planificación, elaborar las estrategias para los nuevos propósitos, hacer listas, muchas listas.
Yo he hecho cuatro. Tres, fruto de una primera, la que elaboré el día 30. Realice una lista de 21 propósitos para el 2013. Cinco días más tarde, repasando mis 21 demandas, sentí necesario ordenarlas en tres listas diferentes.
Empecé por la lista de “Cosas concretas que dependen de mí”. Ej. Ganar 3 kilitos.
Luego puse en otra lista las “Cosas concretas que no dependen tanto de mí”. Ej. Viajar al Vietnam este verano.
Y finalmente escribí en esta otra lista “Estados que deseo alcanzar” Ej. Equilibrio emocional.
Era obvio que mi primera lista parecía más bien una carta a los Reyes Magos y que necesitaba una dosis de realismo y un análisis sobre la viabilidad de mis demandas.
Es importante separar lo que queda a mi alcance, lo que depende sólo de mí, de mi entrega, de mi voluntad, de mi determinación, de mi propio esfuerzo, de mis posibilidades, de lo que sea capaz de sostener por mí misma.
Por otro lado, todos esos objetivos cuya resolución no depende tanto de mí, sino también de otras personas, otros factores, circunstancias, se van a otra lista con la conciencia de que probablemente, serán más costosas de conseguir.
Por último, una lista de propósitos que viajan conmigo toda la vida, que a veces siento presentes y realizados y otras veces, distantes e inalcanzables. Es la lista de los “ESTADOS DE PERFECCION” emocional y energético a los que miro con profundo anhelo. Ej. Quiero ser feliz, quiero ser más alegre, …
Y de estas tres últimas listas, aún podríamos sub-listar muchas más. Listas que incluyeran todas aquellas ideas que nos permitan alcanzar esas primeras demandas, listas de mapas, rutas, prioridades, apoyos, timings, costes, …
Pero hoy, no voy a hacer tanto análisis porque justo salimos del tiempo de Navidad y su atmósfera sigue influyendo sobre mí, así que, sólo por hoy, dejaré un espacio para que la “Magia” actúe configurando todo aquello que no depende mi. Que mueva los hilos que no puedo ver ni manejar.
Felices Propósitos 2013.
Un consejo, no sirve de nada olvidar las listas en un cajón.